Nuestras maderas están tratadas en autoclave, al vacío y a presión con una solución compleja en la que predominan las sales de cobre, insecticidas y fungicidas, lo que le otorga una resistencia total a los gorgojos, termitas y podredumbre.

Las construcciones se vuelven confiables para un mantenimiento mínimo y facilidad de mantenimiento.

Dado que los bosques tratados resisten bien con el tiempo, a pesar de todo, son atacados por el clima (sol y lluvia), por lo que necesitan mantenimiento periódico en el exterior. Este mantenimiento se basa principalmente en terciopelos, que son productos a base de agua, de alto rendimiento y satinados que se convierten en polvo (harina) con el tiempo, y es necesario aplicar nuevos terciopelos. Para esta operación solo necesita una escalera de mano, un cepillo de baño (eliminación de polvo) y una lata de 5L (para un área de 70 / 80m de fachada).

Este mantenimiento debe realizarse preferentemente cada 3 años en las fachadas sur / oeste más expuestas.

Nuestro sistema de construcción tiene la particularidad de preocuparse por los aspectos de juntas y acabados de alta calidad, evitando así los aspectos ásperos que son evidentes en la mayoría de las construcciones de madera. Para ello, las piezas se trabajan con los últimos equipos CNC y máquinas complementarias, destacando los equipos de fabricación de vigas laminares.